La oficina internacional en Heidelberg contestó nuestra solicitud, con un correo electrónico, el 9 de marzo 2020, pidiendo más información del caso, y sin entrar en mayor detalle, nos asignan un código de expediente en abril 2020, indicando que nos programarán una cita.
Sin embargo nuestra alegría duró muy poco, el 23 de mayo del 2020 recibimos un nuevo correo, en el cual, a raíz del aumento de los casos de COVID-19, y la situación por la cual estaba atravesando Alemania, nos indicaban que no era posible darnos la cita, invitándonos a buscar otro centro médico.
El Hospital de Heidelberg era el único que nos había abierto las puertas, estábamos claros que nadie más nos iba a atender, así que escribimos pidiendo por favor no cerrar el caso, que nosotros podíamos dar un tiempo para lograr ser atendidos.
El 26 de mayo 2020 recibimos una nueva respuesta del hospital, indicando que por favor los volviéramos a contactar el 1 de junio del 2020, y así lo hicimos mes a mes, hasta obtener respuesta.
El 18 de agosto recibimos, gracias a Dios, un correo con el nuevo número de expediente de Luis Fernando, nos asignaban la primera cita para realizar los exámenes, y la sesión médica para los días 1 y 2 de diciembre del 2020. Además nos enviaban otro documento sumamente extenso, con todas las restricciones, y condiciones a cumplir relacionadas con el Covid-19, que establecían para ese momento 14 días de cuarentena en el país.
El caso lo había tomado el director de Cardiología Pediátrica del Hospital de Heidelberg, además director del centro de investigación de enfermedades congénitas del corazón de la Universidad de Heidelberg, el Dr. Mathías Gorenflo. No lo podíamos creer.