Las fronteras estaban cerradas, y Costa Rica estaba catalogado como un país de alto riesgo, sin permiso de ingreso a Alemania.
El hospital de Heidelberg mando un escrito, indicando que Luis Fernando debía entrar al país para ser tratado, dado que su condición de salud tenía alto riesgo de muerte.
El cardiólogo de Luis Fernando en Costa Rica el Dr. Poutvinsky, a su vez nos hizo otro escrito, con el fin de que nos permitieran ingresar al país, el cual llevamos a la embajada de Alemania en Costa Rica, donde nos brindaron toda la información de la situación en su país sobre el COVID-19, dado que las restricciones cambiaban casi todos los días, adicionalmente nos proporcionaron el contacto de un traductor autorizado por la misma, quien se encargaría de pasar el documento del Dr. Poutvinsky al alemán, y con el sello autorizado.
Una vez con todos los documentos en mano, los llevamos al colegio de médicos de Costa Rica, para recibir su sello, y posteriormente al ministerio de Relaciones Exteriores para tener el apostillado respectivo.
Aún con toda la documentación, nadie nos daba la certeza que íbamos a ingresar a Alemania. La incertidumbre era mucha.
Previo al viaje tuvimos llamadas con la Policía Federal Alemana, el Instituto Robert Koch, este era el instituto del COVID en Alemania, el ministerio de salud en Alemania, y además el cónsul de Alemania en Costa Rica nos brindó su número personal de celular, en caso de que el ingreso fuera negado.
Aún así, se programa el primer viaje para el 12 de nov, y definimos que serían mi esposo, junto con Luis Fernando quienes lo realizarían, yo me quedaba en Costa Rica con Esteban, quien para ese momento tenía 8 años.
Luis Fernando y Carlos llegaron a Alemania el 13 de noviembre, el ingreso no fue fácil, en el aeropuerto de Frankfurt tuvieron que entregar los números de contacto, todos los documentos posibles, las reservas de los Airbnb, la información médica y la información que permitiera rastrear su paso por el país, incluido el lugar donde tendrían que cumplir las 3 semanas de cuarentena y ubicación en Heidelberg, para asistir al hospital los días 1 y 2 de diciembre del 2020.
Logramos llegar al hospital en la fecha proyectada, donde se realizaron una serie de exámenes nuevos, y se tuvo el primer contacto con el equipo médico liderado por el Dr Gorenflo, quien en efecto nos indica, que muy probablemente Luis Fernando iba a necesitar una cirugía en un futuro, pero para determinarlo con exactitud era necesario agendar otro tipo de exámenes.
Regresaron a Costa Rica el día 5 de diciembre, y algunos días después recibimos los primeros resultados, junto con la programación de una nueva cita en Alemania, para una resonancia magnética especializada, con el fin de determinar en detalle el grado de obstrucción del corazón de Luis Fernando.