Segundo viaje a Alemania

Se programa la segunda cita  para el 31 mayo 2021. En esta ocasión viajamos Luis Fernando y yo,  repitiendo el mismo protocolo del viaje anterior. Llegamos a Frankfurt  el 23 de mayo, con la ventaja que la cuarentena ya había disminuido a 5 días para ese entonces. 

Una vez allá, nos damos cuenta que faltaba un exámen, el cual teníamos que haber realizado en Costa Rica, una prueba renal requerida para la  resonancia.

Estando en cuarentena, comenzamos a buscar centros médicos en Frankfurt. A diferencia de Costa Rica, exámenes que normalmente se hacen en laboratorios, en Alemania  se realizan en un consultorio médico, para lo cual es requerido sacar una cita previa, pero por temas de pandemia, los médicos no estaban recibiendo nuevos pacientes y mucho menos internacionales.

Nuestro casero de Airbnb, nos logró conseguir una cita con su médico, pero para dos semanas después, cosa que no era viable. Él estaba tan preocupado como nosotros, moviendo todo contacto. Finalmente decidimos solicitar ayuda a la familia de intercambio de Luis Fernando en Alemania.

Luis Fernando a sus 15 años, había viajado a Alemania en un intercambio coordinado por su colegio, en esa oportunidad lo recibió una familia de la ciudad de Bad Homburg, a unos 20 km de Frankfurt. Para ese momento, nunca  nos pasó por la mente, que  otras circunstancias lo traerían de nuevo a ese país.

La mamá de la familia del intercambio, nos consiguió una cita con su hermana, quien resultó ser pediatra, y casualmente su consultorio estaba en Frankfurt. Realizamos el examen el día que terminaba la cuarentena, y nos trasladamos hacia Heidelberg.

Bendito Dios lo logramos, el 31 de mayo, ingresamos al hospital para diversos exámenes, ultrasonidos, electrocardiogramas, incluida una prueba de esfuerzo. Ese mismo día a las 4 pm se realizó la resonancia magnética, dirigida por el Dr. Hugo A. Katus, quien lideraba un equipo médico especializado, solo para procedimientos de este tipo.

El examen tomó cerca de 3 horas, Luis Fernando y yo nos sentíamos asustados, agotados, él mucho más que yo, no solo por los exámenes previos, sino porque no podía comer nada desde el día anterior, igual yo no podía comer, en mi caso no por restricción.

Regresamos a CR  el 5 de junio, el análisis de la resonancia tardaría su tiempo.

Mientras se daba la espera de los resultados, mi mamá se enferma, le diagnostican un EPOC, y los doctores nos explican que ella se encuentra en fase terminal, sería cuestión de meses. Nos cambiaron las prioridades, ahora teníamos que enfocarnos en darle a ella calidad de vida, y un final digno, y a su vez, esperar  los resultados de Luis Fernando, y los siguientes pasos por parte del Hospital…

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